La Fundación Provincial Banco de Alimentos será la única ONG autorizada en retirar toda la mercancía sobrante durante la celebración de la 25º Feria Internacional de Productos del Mar Congelados, Conxemar, que da comienzo hoy.
Aunque nuestro Banco de Alimentos ya participó en la pasada edición desarrollada en el Instituto Ferial de Vigo (IFEVI), este 2024 se dará un paso más relevante, convirtiéndose en la receptora en exclusividad de esos productos congelados de los que los expositores quieran desprenderse en forma de donación y que se encuentran en condiciones óptimas de consumo.
Para ello, Conxemar y la Fundación han firmado un convenio de colaboración mediante el cual, nuestros voluntari@s, se desplazarán a la feria durante su última jornada para facilitar dichas donaciones de los stands que así lo deseen y trasladarlas a unos camiones congeladores habilitados por parte de la organización en el exterior del recinto. Las cámaras frigoríficas instaladas por Conxemar estarán ubicadas en un lateral del Hall 4 y allí será donde personal del Banco de Alimentos, perfectamente identificados con sus tradicionales petos azules, llevará a cabo el trabajo de retirada de toda mercancía sobrante del evento.
Desperdicio cero durante la feria Con dicho acuerdo entre las partes, se pone de manifiesto, una vez más, la implicación, compromiso y sensibilidad de Conxemar en la lucha contra el desperdicio de los productos generados durante la feria y, además, pone en valor la actividad de nuestro Banco de Alimentos que repartirá la mercancía entre los más de 150 colectivos sociales con los que trabajamos.
Desde el Banco de Alimentos se agradece el apoyo de Conxemar al hacernos receptores únicos de su mercancía sobrante, un producto que, sin duda, es de importante valor nutricional y que serás más que bien recibido entre las personas en situación de vulnerabilidad a las que atendemos.
La Fundación Provincial Banco de Alimentos repartió más de 1,9 millones de kilos alimentos durante 2023, de los que, casi 300.000 de kilos de ellos, procedieron de las denominadas mermas: productos frescos que, por diferentes motivos, las cadenas de alimentación ya no comercializan, pero que, se encuentran en perfecto estado de consumo. La lucha contra el despilfarro de comida que capitaneamos no solo redistribuye esos alimentos que, sin nuestra intervención y gestión, podrían acabar en desperdiciados, sino que, al mismo tiempo, se genera un impacto positivo al medio ambiente al evitar que los mismos sean destruidos y desaprovechados en la basura.